Tras 28 años prestando apoyos en nuestro centro de día , querido compañero llegó la hora de tu jubilación
Resulta muy difícil plasmar en solo unas líneas nuestro agradecimiento por todo lo que nos ha permitido experimentar durante todos estos años de trabajo.
Has sido un pilar básico en la transformación de nuestro servicio, en nuestro acompañar planes de vida desde un enfoque realmente centrado en personas.
Parece que fue ayer cuando iniciaste tu andadura en el centro CAYDA Quizás fue clave mostrar como diría Ken Robinson tu elemento “ tu pasión como hortelano “ y es que cuando uno incorpora esa pasión a su trabajo se produce ese auténtico movimiento transformador a zonas óptimas de funcionamiento . Nos has mostrado, haciendo, que acompañar proyectos de vida es clave que sea en entornos comunitarios, fomentando relaciones significativas y vidas plenas con sentido. Talante de hortelano en toda su esencia, practicando con una exquisitez absoluta la siembra, cuidado del terreno y la recogida de frutos. .
Tu creencia auténtica en las personas, tu constancia, humildad, sencillez han sido claves para otorgarte el título de auténtico traductor vital, dando voz y situando siempre en una relación de legitimidad a todas las personas a las que has prestado apoyo.
Y por supuesto un excelente compañero. Incondicional hasta en los momentos más difíciles. Has afianzado lazos importantes con un nivel de compromiso ejemplar en trabajo horizontal. Son muchos los momentos que nos has permitido compartir logros profesionales, vivencias, por lo que no va a ser fácil no tenerte ya en nuestro equipo.
Pero bueno ahora toca iniciar una nueva y merecida etapa. Estamos seguros de que la vas a vivir con intensidad explorando nuevos retos y nuevas aficiones. Eso sí, manteniendo ·tu elemento “como voluntario en nuestro huerto” .
Mil gracias por todo lo compartido
¡Un brindis por ti y por un merecido descanso!
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