La muerte es uno de los grandes tabúes de nuestra sociedad y esto no hace más que dificultar la despedida que requiere cualquier pérdida. Un duelo no es más que un proceso natural que implica sentir y reaccionar ante la pérdida que pueda sufrir cualquier persona.
A las personas con discapacidad intelectual no se le has permitido participar de estos procesos, desde la mejor de las intenciones, se las ha protegido del daño que nos causa a todos y todas la muerte de un ser querido. Pero tener discapacidad intelectual no implica que no sientan las pérdidas; es por esto que hay que legitimar estos espacios y apoyar a las personas para que puedan transitar por las diferentes fases del proceso de duelo.
Para ayudar a las personas a identificar estas fases, emociones, reacciones absolutamente naturales, desde ATUREM incorporamos el año pasado una nueva línea de trabajo para personas atendidas en el Centro Ocupacional en la que incorporamos diferentes acciones. Una de ellas es una taller de formación sobre Duelo (fases, estrategias de afrontamiento,...). Esta misma semana hemos iniciado la segunda edición del mismo.
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