3 DE DICIEMBRE: Día Internacional de las Personas con Discapacidad




Mi nombre es Laura, Rosa, Juan, Carmen, Violeta,…o el de cualquier persona que trabaja en una residencia de personas en situación de discapacidad intelectual.

Hoy es día 3 de diciembre; el día internacional de las personas con discapacidad y me gustaría compartir con vosotros como es un día cualquiera en un servicio de estas características.

Entramos por la mañana a las 8 y empezamos “con las duchas”, la higiene es un asunto importante (todos lo sabemos) PERO muchas veces (muchas más de las que quisiéramos) no nos queda otra que ir deprisa, corriendo por pasillos, levantando a personas de camas…; no podemos ir despacio, escuchar a la persona, reconocer lo que quiere en ese momento.

Después de las duchas, comenzamos con el desayuno. La alimentación es un asunto importante (todos lo sabemos), PERO muchas veces (muchas más de las que quisiéramos) vamos tan deprisa, corremos para acabar pronto porque los medios son escasos y todos tienen que desayunar y, una vez más, no podemos ir despacio, escuchar a la persona, reconocer lo que quiere en ese momento.

Luego pasamos a talleres o actividades en la comunidad. La ocupación es un asunto importante (todos lo sabemos), PERO muchas veces (más de las que quisiéramos) vamos tan deprisa, lo tenemos todo tan organizado y previsto que no podemos ir despacio, escuchar a la persona y saber si quiere o no participar en la actividad, si prefiere quedarse tranquilo/a, si quiere estar con otras personas…

Una vez acabados los talleres, pasamos a aseo que como todos sabemos, es un asunto importante. Vamos muy deprisa porque hay que llegar a comedor y tenemos que acabar el turno con la mayor parte de las personas comidas para que las compañeras que entran en turno de tarde puedan hacer muy deprisa otras tareas (organizar ropa, meriendas, duchas de la tarde, cenas, etc). Toda la organización tiene que ir perfecta en tiempos para que las cosas salgan como tienen que salir, PERO en todo este proceso, volvemos a no ir despacio, volvemos a no hablar con las personas para saber cómo se sienten, qué quieren comer, cuánto quieren comer…

Como veis trabajamos en una residencia muy muy organizada; los tiempos y las tareas están perfectamente controlados, PERO… siempre hay un “pero”, un importante “pero” y por más que intentamos salvarlo, nunca es suficiente, porque la organización de una gran institución conlleva unos ritmos incompatibles con las personas que en ella viven.

Ahora me dirijo a ti, sí a ti… a ti que no trabajas ni vives en una residencia; a ti que estás fuera y que quizá no tengas ningún contacto con las personas en situación de discapacidad intelectual

¿Te imaginas tu vida en una institución? Muy organizada, con las tareas muy controladas, en la que estés aseada, ocupada, comida, vestida PERO en la que no se pare nadie (al menos todo lo que tú quisieras o necesitas) a hablarte, a preguntarte, a escucharte,…. ¿Te gustaría tener esta vida llena de PEROS?

A mí no; ni a Laura, Rosa, Juan, Carmen, Violeta y otras muchas personas que trabajamos con personas en situación de discapacidad intelectual…. Y nos preguntamos: ¿por qué si esta forma de vida no vale para algunas personas, sí vale para otras?.

Vivimos en una sociedad de la que esperamos ser escuchados, considerados, reconocidos, PERO ¿asumimos que esto es sólo para una parte de esa sociedad y no para otra?

Mientras unos vivimos en una casa elegida, donde los ritmos son marcados por las personas que viven en esa casa, un número importante de personas en situación de discapacidad intelectual vive en instituciones elegidas por otros donde muchas veces (más de las que quisiéramos) no son escuchados, considerados, vistos

Hoy es 3 de diciembre; día internacional de las personas con discapacidad, PERO no tenemos nada que celebrar…



Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Yo tampoco querría vivir así; y dudo mucho que los que deciden como tienen que vivir estas personas lo eligieran para ellos.
Enriqueta ha dicho que…
Quizás no es lo más adecuado, pero que hacer?residencias más pequeñas, más recursos humanos....cuando no existen familias estructuradas. Ya me gustaría poder estar continuamente con mi hijo, pero él mismo no quiere.
Asociación ATUREM ha dicho que…
Gracias por los comentarios.

Enriqueta, efectivamente las personas en situación de discapacidad no siempre pueden (ni deben) vivir en casa de sus familiares eternamente. Nosotros no proponemos que esto sea así; pero sí creemos que deberían existir otros modelos. Tanto tu hijo, como todas las personas atendidas en la residencia podrían vivir sin lugar a dudas en una casa/piso con los apoyos que cada persona necesite.... En definitiva como vivimos todos/as no?.

Un abrazo
Enriqueta ha dicho que…
Pues estaría bien ir en ese camino, pero mientras tanto no puedo decir no a las residencias, qué haría yo?,cuándo mi hijo he tenido que llevarlo a la 1h de madrugada porque no se dormía y es que se pasa toda la noche y no coge el sueño. Prefiero que duerma en la residencia y poder recogerlo de día. La verdad es que me lleva a pensar demasiado.
Ojalá se pudiera probar cuánto antes estos modelos, con lo que habéis pasado en la pandemia, al ser una residencia tan grande.Un abrazo.
Raquel G.L. ha dicho que…
Lo ideal sería viviendas tuteladas para poder prestar una atención más directa y cercana, pero por desgracia poderosos caballero es Don dinero 😪
Pero volviendo al mundo real y actual también puedo decir que en la RGA Aturem hay unos valores y un trato tan humano, que ya quisieran muchas instituciones.Besos a tod@s.