La vulnerabilidad en lo más vulnerables

 

Compartimos con vosotras/os la reflexión que nos manda nuestra compañera Carmen que, tras ser intervenida quirúrgicamente, se encuentra en un proceso de recuperación lento y que la obliga a depender (esperemos que por poco tiempo) de la ayuda de su entorno más cercano. Con una sensibilidad exquisita y una empatía extraordinaria, nos envía este relato que, muy generosamente, quiere compartir con todas/os.

 

Querida Carmen, estás poniendo voz a los que no la tienen en un momento de tu vida muy complicado. No nos queda otra que decirte GRACIAS (en mayúsculas) y desear verte de nuevo apoyando y facilitando.

 

“Las primeras preguntas que me surgieron ante las sensaciones y emociones que he vivido ante el dolor físico y emocional, unido a la necesidad de dependencia de terceros para las actividades más simples y cotidianas del día a día antes y después de la intervención de espalda eran....

¿Por qué a mí ? 

¿Por qué ahora?

Casi siempre he sido una persona independiente, me considero fuerte ante las adversidades que me ha tocado batallar a lo largo de mi vida, la cual se podría decir no ha sido demasiado fácil, pero a pesar de los pesares, siempre me he considerado y considero una persona muy afortunada por todo lo bueno que he sido capaz de rescatar y valorar de lo vivido.

Esta actitud siempre me ha llevado a marcar un paralelismo con los que me rodean, intentar tener una misma vara de medir para todos y poner en valor mis acciones pasadas, presentes y futuras.

Durante estos meses me he sentido más cerca que nunca de todas las personas dependientes a las que he prestado apoyos a lo largo de más de 30 años. El sentir su vulnerabilidad en tu propia piel, vivirla en primera persona y priorizar, poniendo en valor las necesidades que muy a menudo, se nos escapan y no somos capaces de detectar y ver en el otro, no puedo ni debo olvidar que la mayoría no tienen voz, que su voz la pongo yo, la ponemos nosotros los que estamos cerca, intuyendo, imaginando y a veces adivinando cual es su sentir.

Se me hace imprescindible un tiempo y un espacio para poder interiorizar todo esto.

Reflexionar sobre mis propias acciones durante todos estos años

¿Cómo me he acercado a ellos? 

¿Qué necesitan?

¿Qué desean?

¿En qué posición los he sentido? 

¿Cómo los he querido? 

¿Cómo los he apoyado en lo que yo creía o pensaba que era lo más necesario para ellos en esos momentos?

¿Son sus necesidades reales? 

¿O son las que yo quiero ver sin más?

Ja....,pero ahora que lo vives en carne propia...cuanto cambia el cuento. Si antes siempre lo tuve claro ahora lo veo diáfano.

Cuando tienes la necesidad, en el día a día, de contar con otra persona para poder comer, para tomar tu medicación que hace más llevadero el dolor físico, para poder asearte y sentirte más confortable... para incluso moverte en la cama y cambiar de posición para dejar de sentir esa punzada que no te deja ni respirar, aquí y ahora también tus prioridades cambian.

Afortunadamente yo he estado rodeada de gente que me quiere incondicionalmente que su prioridad ha sido mi bienestar físico y emocional, que han creado un equipo para que todas mis NECESIDADES estuvieran y estén cubiertas en todo momento, con una actitud de cariño, paciencia y permitiendo que mi cuerpo marcara los ritmos; sin carreras,sin prisas, sin mirar el reloj para hacer luego qué??? 

"Haremos lo que podamos hacer si da tiempo, si no lo diera, tampoco pasa nada, lo más importante es que tú te sientas bien, que sientas el cariño con el que hacemos cada cosa que nesecitas

y dedicando el tiempo que sea necesario, tú marcas el ritmo" Esta ha sido una respuesta constante en los labios y las acciones de los que me han apoyado y siguen apoyándome.

Aquí y ahora pongo en balanza mi quehacer diario, y en verdad pienso, que habría que tomar distancia, cambiar la mirada, poner sentido común y mucho corazón, porque al final, de eso se trata, es eso lo que se mete por cada poro de tu piel, lo que percibes del que tienes enfrente, lo que te llega al alma. 

Y me pregunto si siempre esto es lo que yo he sido capaz de ofrecerles y si he conseguido que ellos así lo hayan percibido.

¿Por qué a mi?

Está claro, para hacer un poquito de introspección.

¿Por qué ahora?? 

Quizás ahora sea lo suficientemente madura para poder entenderlo, seguir interiorizandolo y ser capaz de compartirlo sin ningún problema, trasmitirlo y esperar que esto que hoy parece una utopía; respetar los límites, los ritmos, atender las necesidades más básicas poniendo corazón y ponernos en la piel del otro SEA UNA REALIDAD.

Ojalá y así sea 🙏🏼

Soy una enamorada de mi trabajo 😍 y en todo momento en la búsqueda de mejorar lo que doy, es tanto lo que me dan que me parece que es de recibo tomar esta actitud. 😘🤗”

Carmen Casado.

Comentarios

Enriqueta ha dicho que…
Qurida Carmen ante todo deseo que te recurras del todo.
Gracias por compartir tu testimonio humanizado.Yo también a veces me pregunto cómo se harán las cosas si deprisa o si por el contrario se le da tiempo ....ahora ducha rápida, ahora a comer....pero haber ya con daros cuenta es un paso grande.

Gracias por tus muestras de preocupación y cariño.