Poco que celebrar y mucho que reivindicar…
Estamos viviendo la segunda década del siglo XXI y los
derechos de las personas con discapacidad intelectual siguen siendo vulnerados.
En nuestra comunidad autónoma hay alrededor de 8100 personas
atendidas en instituciones (centros de día, centros ocupacionales, residencias..).
Hablamos del 0,96% de la población andaluza. El hecho de que estas personas pudieran
estar atendidas partiendo de otros modelos más inclusivos tendría, muy
seguramente, un impacto económico mínimo en los presupuestos de nuestra
comunidad.
Creemos que hace falta una revisión profunda de la normativa
que regula la atención a este colectivo y que ésta debe estar en consonancia
con la Declaración de los derechos de las Personas con discapacidad de la ONU
(2006) y ratificada por nuestro país en 2007.
Creemos que las personas con discapacidad intelectual deben
ser escuchadas; tienen derecho a decidir cómo, dónde y con quién vivir. Tienen
derecho a una vivienda digna, un empleo remunerado que les permita vivir con
independencia. Tienen derecho a incorporarse a la vida social, cultural y
política y a que se les presten los apoyos que todas y cada una de ellas
necesiten para que así sea.
Hoy, día 3 de diciembre de 2020, tenemos poco que celebrar y mucho por lo que luchar.
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