“Necesidad de transformación de los centros especializados para personas con discapacidad intelectual”

Artículo publicado en la revista de la Dirección General de Personas con Discapacidad el pasado mes de febrero, escrito por la directora técnica de la asociación.

"Desde que en el año 1994 se iniciara el proceso para la elaboración del “Plan de ordenación de la red de centros de atención a personas con discapacidad psíquica en Andalucía“, que culminó con la firma de los primeros conciertos, se han realizado pocas actuaciones cuyo impacto en el sector podamos comparar.
El plan de ordenación, ponía el acento en las características físicas, arquitectónicas, dotación de material y personal necesario para atender a grupos de usuarios organizados en función de diversas categorías diagnósticas. En general, la creación u ordenación de centros responde a la idea de permitir agrupar a las personas en función de la capacidad teórica asociada al diagnóstico
En estos casi veinte años, el sector ha sufrido una importante evolución. Aunque de forma desigual y todavía con pocos resultados, se puede observar un cambio en la forma de entender a las personas con discapacidad intelectual. Hemos asumido la necesidad de implantar modelos de atención centrados en las personas y alejarnos progresivamente de los modelos médicos-asistenciales.
Una de las consecuencias de este cambio, ha sido la incorporación de nuevas palabras en nuestro lenguaje profesional , es el caso del término servicio. De forma reiterada y como un indicador de mejora, los profesionales hablamos de la necesidad de transformar los centros en servicios como la fórmula que nos permitirá adaptarnos a las necesidades individuales de cada cliente. Al hablar de servicio ponemos en valor la relación personalizada con el usuario o cliente que lo utiliza, frente a la idea de centro en la que prima la importancia de las condiciones materiales y de organización.
Estamos convencidos , de que para cerrar definitivamente en la práctica la etapa de los modelos asistenciales, deberíamos transformar los centros en lugares que ofrezcan servicios personalizados.La provisión de apoyos individuales no puede estar limitada por el diseño previo de un tipo de centro; no es posible alcanzar sueños y metas personales para todo el mundo en el mismo lugar y de la misma forma.
Los modelos teóricos pueden asumirse a más o menos velocidad en función de múltiples variables, en este sentido, es fácil concluir que la situación actual no es la idónea para desarrollar metodologías como la planificación centrada en la persona. Sin embargo, quizás conviene realizar una reflexión más amplia que incorpore a nuestro análisis la dimensión social de la discapacidad, que no debe ser entendida solo como una circunstancia personal.
Cuando se abordó la tarea de ordenar la red centros, se dio respuesta a usuarios que en su mayoría no habían sido escolarizados y , en raros casos , habían podido ser beneficiarios de la atención temprana. La ubicación en un centro colmaba , casi en su totalidad , sus expectativas personales y familiares.
Los avances médico-científicos, la mejora de la calidad en la atención temprana , la integración escolar , y la integración laboral , han contribuido a definir un nuevo perfil de persona con discapacidad en el que se observa un cambio significativo en sus expectativas e intereses, a las que no resulta fácil encontrar respuestas en los límites de los centros especializados.
El 89% de la población con necesidades educativas especiales que ya está escolarizada en régimen de integración escolar nos demandará, en su edad adulta, servicios que le permitan alcanzar las cotas de integración que el sistema educativo les ha prometido.
Al margen de las mejoras puntuales que deberíamos emprender para eliminar problemas de coordinación entre el sistema educativo y el de servicios sociales, deberíamos preguntarnos si los servicios especializados actuales pueden en realidad dar continuidad al sistema educativo.
En un momento en el que todos los esfuerzos se dirigen a mantener los logros alcanzados, no resulta fácil argumentar en favor de un cambio organizativo. Sin embargo una verdadera orientación a las necesidades actuales de nuestros clientes, nos obligará a abordar la tarea de proveer de apoyos cada vez menos limitados a los muros de los centros. Planificar centrándonos en las necesidades de las personas, más tarde o más temprano impulsará un proceso de desinstitucionalización que de verdad consiga la finalidad ya por todos asumida de transformar los centros en servicios."

Reyes Ortega Garzón.
Directora Técnica Aturem.

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