En residencia hemos querido celebrar la llegada del verano de una forma especial. Después de tres años en los que las personas atendidas en el servicio han visto sus vidas condicionadas a las restricciones por COVID, no nos ha quedado otra más que CELEBRAR en mayúsculas que, por fin, el verano puede disfrutarse sin límites.
Ayer cerramos por fuera y todas las personas y profesionales de residencia nos trasladamos a un espacio diferente con un único propósito: celebrar y reconocer el derecho al disfrute de todas las personas, independientemente de las necesidades de apoyo. Y, aunque la meteorología no fue del todo favorable, disfrutamos de piscina, césped, música,...
Atrás quedaron los días de encierro, las restricciones, los cribados, mascarillas y grupos burbuja. Medidas que, cuando todos los ciudadanos ya habíamos superado con creces e íbamos a playas, conciertos, bares,... seguían manteniéndose en las residencias
¡Bienvenido verano!
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